Psicólogas especialistas en el trabajo con adolescentes en Málaga y online.

La adolescencia no viene con manual. Pero aquí hay una brújula. Si tu hijo/a se encierra, grita, se aísla o parece apagado... no estás exagerando. Estás viendo señales y es hora de actuar.

15 minutos por llamada, 0 presiones. Solo orientación real

La adolescencia es como atravesar una tormenta sin brújula: emociones intensas, decisiones difíciles, miedo al rechazo, presión social…
Y para los padres, el terreno tampoco es fácil: quieren ayudar, pero a veces no saben cómo llegar.

Soy María Luisa, psicóloga sanitaria y fundadora de Centro Diálogo.
Llevo más de 13 años trabajando con adolescentes, y antes de especializarme en psicología, ya me formé en intervención con menores y familias en riesgo de exclusión social.

A lo largo de estos años, he acompañado a chicos y chicas con historias muy distintas, pero con algo en común: estaban perdidos, desbordados o simplemente necesitaban un espacio donde poder ser ellos mismos.

Hoy, junto a un equipo de psicólogas especializadas en adolescencia, acompañamos a jóvenes y a sus familias a atravesar esta etapa sin que se rompa el vínculo.

Sabemos que ser adolescente hoy es diferente a todo lo que hemos vivido antes.
Viven hiperconectados, con acceso constante a internet, redes sociales, videojuegos, información (y desinformación).
Expuestos a la presión de encajar, a modas que a veces son peligrosas, a debates sobre identidad, cuerpo, pertenencia…
Todo eso les llega antes de que tengan herramientas emocionales para gestionarlo.

Por eso, la adolescencia no es una etapa que se “supera” sola.
Es una fase clave, en la que se define quiénes son, cómo se relacionan y cómo se ven a sí mismos.

Nosotras no trabajamos desde el juicio ni desde la imposición.
Sabemos que muchos adolescentes llegan sin querer venir, sin saber qué decir o con miedo a “que les analicen”.

Por eso, les ofrecemos un espacio donde puedan expresarse, entenderse y aprender a estar bien consigo mismos.
Y también acompañamos a sus madres y padres, porque ellos también necesitan apoyo, claridad y una mirada que no juzgue.

La solución no está fuera. Está dentro de ellos.
Solo necesitan alguien que les ayude a verla.

Y en ese viaje, nosotras somos la brújula.

¿Te suena esto?

  • «Le hablo y me contesta con monosílabos… o con gritos»
  • «Me dice que está bien, pero lo veo
  • «Ha dejado de hacer cosas que antes le gustaban»
  • «Estalla por cualquier cosa o no reacciona a nada»
  • «Ya no sé si está triste, enfadado/a o simplemente ha desconectado»
  • «No se si es real o está llamando la atención»
  • «Veo que no tiene ganas de nada, no tiene motivación»

Si algo de esto resuena contigo, tu hijo/a no está siendo rebelde. Esta pidiendo ayuda a su manera.

¿Qué está pasando en su mundo?

  • A veces no se enfada contigo. Se está enfadando con todo: con su cuerpo, con el mundo, con la presión de encajar, con lo que no entiende de sí mismo/a.
  • No es que no quiera hablar, es que no sabe cómo. Y cada intento tuyo de acercarte puede sonarle a sermón, juicio o amenaza.
  • Puede pasarse horas con el móvil… y seguir sintiéndose solo/a.
  • No lo rechaza todo porque sí, hay un motivo detrás. Puede que sienta desconfiza o inseguridad y alejarse le parezca más seguro que mostrarse.
  • No se está lesionando porque es una moda. Es la forma que encuentra para distraer el dolor emocional.
  • Una llamada de atención también necesita ser atendida.

Ser adolescente hoy no es como antes: viven sobreexpuestos, constantemente comparándose, hablando de temas que muchos adultos ni se atreverían a tocar: identidad, cuerpo, ansiedad, pertenencia, decisiones…

¿Y tú? También estás preocupado/a.

Sabemos que no solo está sufriendo tu hijo/a. También estás tú. Con dudas, culpa, miedo a empeorar las cosas o con la sensación de fracaso. 

Pedir ayuda no significa que hayas fracasado como madre o como padre. Significa que has elegido dar un paso valiente: acompañar a tu hijo/a desde el cuidado, no desde el miedo.

Buscar ayuda psicológica no es un castigo. Es darle a tu hijo/a algo que muchos hubiéramos necesitado a su edad: un espacio para entender lo que siente y tener herramientas necesarias que le ayuden en su día a día. 

¿Cómo trabajamos con adolescentes?

  • Terapia individual con el/la adolescente.
  • Acompañamiento a padres.
  • Comunicación sin imposiciones ni juicios.
  • Trabajo con emociones, autoestima, límites y relaciones sociales.
Terapia individual con el/la adolescente.
Acompañamiento a padres.
Comunicación sin imposiciones ni juicios.
Trabajo con emociones, autoestima, límites y relaciones sociales.

 

Esto no va de corregirles, va de enseñarles a conocerse, entenderse y aprender a relacionarse consigo mismos y con el mundo que les rodea.

«Tener un lugar donde poder entenderse, sin sentirse juzgado, es uno de los mejores regalos que podemos hacerles. Ya nos habría gustado a muchos»

No es solo terapia. Es una brújula que le acompañará toda la vida.

Primer paso: hablarlo

Contacta con nosotras a través de WhatsApp, teléfono o rellenando el formulario de contacto.

También puedes agendar una primera valoración gratuita de 15 minutos. Para escucharte, entender el caso y explicarte cómo trabajamos. Sin compromiso, sin presión. Solo claridad.  ¿Listos para daros un respiro?

¿Terapia para tu hijo/a? Lo entendemos: pueden surgir mil dudas.

Dar este paso no siempre es fácil. A veces notas que algo no va bien, pero no estás seguro/a de si «es para tanto», si vas a agobiarle o si es el momento adecuado. 

Y luego viene la gran pregunta: ¿Y cómo le digo que va a ir al psicólogo?

🎁 Por eso hemos preparado una guía gratuita con frases, consejos y errores a evitar para plantear esta conversación de forma respetuosa, directa y sin que se sienta juzgado/a.

Porque no se trata solo de que acepte ir.
Se trata de abrir la puerta al diálogo sin miedo ni imposiciones.

Déjanos tu WhatsApp y te la enviamos directamente:
[QUIERO LA GUÍA]

Aquí te resolvemos las preguntas más habituales, sin rodeos ni tecnicismos, para que tomes una decisión con tranquilidad y sin miedo a lo desconocido. Surgen dudas, inquietudes y hasta cierto miedo a lo desconocido.

Si notas cambios en su comportamiento, está más irritable o retraído, ha bajado su rendimiento escolar, tiene problemas de ansiedad, tristeza persistente, dificultades sociales o conflictos en casa… puede ser el momento de buscar ayuda profesional. Si algo dentro de ti te dice que algo no está bien, escúchalo.

Por supuesto, la adolescencia es una etapa de cambios y emociones intensas. Pero cuando el malestar es constante, afecta su día a día o no sabe cómo gestionarlo, es importante intervenir. No se trata de hacer un drama de cada problema, pero tampoco de ignorarlos hasta que se vuelvan más grandes.

Es normal que al principio haya resistencia. La clave no es obligarle, sino ayudarle a entender que la terapia no es un castigo, sino un espacio seguro para él/ella. Explícale que no tiene que contar nada que no quiera y que su bienestar es lo más importante. Nosotros sabemos cómo generar confianza desde el primer momento.

Tal vez sí, o tal vez no. Esperar a ver qué pasa no suele ser la mejor estrategia. Si hay un problema real, abordarlo cuanto antes evita que se convierta en algo más complicado. Y si no lo hay, mejor salir de dudas y quedarse tranquilos.

En las sesiones trabajamos con él/ella desde un enfoque cercano y adaptado a su edad. Nada de discursos aburridos ni charlas forzadas. Escuchamos, entendemos su mundo y le damos herramientas reales para afrontar lo que le preocupa. Además, si es necesario, también trabajamos con la familia para mejorar la comunicación y el apoyo en casa.

La confianza es clave para que funcione. Lo que se habla en sesión es confidencial, pero siempre te mantendremos informado/a de lo importante y de cómo puedes ayudar desde casa. La idea no es excluir a los padres, sino hacer equipo para el bienestar del adolescente.

No hay una respuesta exacta. Cada persona y cada proceso son distintos. Algunas situaciones requieren pocas sesiones, otras necesitan más tiempo. Lo importante es avanzar a su ritmo, sin prisas pero sin pausas.

El éxito de la terapia depende de varios factores: la implicación del adolescente, la conexión con el terapeuta y el apoyo en casa. Lo importante es probar y dar el primer paso. Si algo no está funcionando, lo ajustamos. No hay fórmulas mágicas, pero sí estrategias que funcionan.

El primer paso es contactarnos. Hablaremos contigo, valoraremos la situación y te explicaremos cómo podemos ayudar. Sin presiones, sin compromisos, pero con la seguridad de que no tienes que afrontar esto solo/a.

Estas reseñas  están extraídas de mi perfil de DoctoraliaGoogle my Bussines. Si quieres leer más opiniones y comprobar si lo que hacemos encaja contigo, puedes ver todas las valoraciones directamente en esas plataformas.

También puedes reservar tu cita en el siguiente calendario:
María Luisa García Lemus - Doctoralia.es
Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?